Tomar un licor después de las comidas es ya toda una tradición que muchos han incorporado a sus rutinas, sobre todo en fines de semana o en festividades. Algunos estudios han mostrado cómo pequeñas cantidades de alcohol pueden favorecer la digestión, motivo en el que muchos se amparan para rematar la comida tomando un licor de café, un orujo o alguna bebida de las llamadas espirituosas. Uno de los más reputados en este sentido es el licor de café gallego, cuya fama se ha extendido más allá de las fronteras de estas tierras. Desde el que se elabora de manera casera en las mismas casas hasta el que se comercializa, este elixir con base de aguardiente es uno de los reyes de la sobremesa.
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Y es que somos sensibles a la calidad de los productos, por eso siempre escogemos aquello que pensamos que es lo mejor. Algo que muchas instituciones tratan de regular creando organismos que certifiquen la autenticidad, el método y las prácticas que hacen que un determinado producto tenga un sello de calidad determinado. Ocurre igual con el licor de café gallego, que está reconocido como variedad protegida por el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia, junto al aguardiente o el licor de hierbas.
Aunque su origen es realmente remoto, el uso del café en la elaboración de bebidas alcohólicas se originó en países tropicales. De hecho, una de las primeras recetas que se conocen del licor de café procede de la cafetera Jamaica, nada más ni nada menos que en el siglo XVII.
Las variedades de esta receta ya clásica difieren en varios puntos. Uno de ellos es el alcohol utilizado en la maceración del café, aunque también se encuentran diferencias en el tipo de café empleado, así como en los aderezos que se incluyen como canela, piel de naranja o anís. En el caso del café de licor gallego, la base empleada es el aguardiente y alcohol etílico de origen agrícola y en ella se macera café de tostadura natural.
Uno de los usos más novedosos del licor de café lo encontramos en la coctelería. Y es que se ha ido incluyendo en algunas recetas como el Black Jack, en la que se añade a la mezcla de whisky y triple seco o el Dizzy Dame, con leche, cerezas y coñac.
También se puede elaborar el Monte Cristo, compuesto por licor de naranja, café, crema batida y licor de café; el Dirty Mode, con brandy y licor de café; el Mind Eraser, cuyos ingredientes son vodka, licor de café y soda; el Ruso Blanco, en el que se combinan vodka, licor de café y crema de leche. Muchos recordarán este último ya que era el favorito de “The dude”, el personaje de “El gran Lebowsky” que encarnaba Jeff Bridges. Asimismo se puede tomar el White Cuban, que sustituye el vodka del cóctel anterior por el ron cubano y añade licor de café y crema de leche.
El licor de café también puede emplearse en la repostería.Uno de los postres más famosos en los que se incluye entre sus ingredientes es el tiramisú. La combinación con el café, el mascarpone, el cacao y el bizcocho hacen de esta creación repostera una de las más demandadas en la calidez de los hogares y en los restaurantes.
Y después de este listado de posibilidades en torno al licor de café gallego, ¿qué opción te gusta más para degustarlo?
Muy buena esta página me gusta por su buen contenido gracias.
Excelente reportaje, es bueno saber la historia de como se origino el licor de cafe…. y sobre todo sus múltiples usos….
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