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El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, por detrás del agua, llegando así a convertirse en uno de los negocios más rentables. El café es una parte importante de los intercambios entre países del Norte y países del Sur y se importa en casi todos los continentes y entre ellos.
Solo conocíamos el café convencional antes de que apareciera el café ecológico (también llamado orgánico) con sus múltiples beneficios.
Entre el café clásico y ecológico, existen grandes diferencias. El café ecológico se cultiva sin el uso de productos químicos. Desde la siembra hasta el almacenamiento, se realiza un seguimiento. Obtener la etiqueta ecológica no es una tarea fácil, por eso sus precios son sensiblemente más altos que los clásicos. Sin embargo, puede estar seguro de que no contiene pesticidas ni OMG.
Este producto ecológico es más saludable, y es muy importante para preservar tu salud y bienestar. Además los productos ecológicos tienen mucho más sabor.
Como ya hemos comentado, el café es una bebida universal. Sin embargo, las dos ofertas del mercado no tienen nada en común. El café clásico es el antepasado del café orgánico que apareció hace solo unos años.
Hoy sabemos que el café nos proporciona enormes beneficios para la salud por su alto contenido en antioxidantes y moléculas que ayudan a nuestro organismo a luchar contra los radicales libres. Además estos beneficios son mayores en el café ecológico debido a la ausencia de productos químicos y pesticidas.
Así, nos ayuda a combatir el envejecimiento prematuro provocado por diversos motivos. Nos aporta energía y estimula nuestro organismo. Es por eso que la mayoría de los consumidores lo toman al despertarse, en el desayuno o durante los descansos.
El café también es un excelente antidepresivo ya que estimula la secreción de la hormona de la felicidad incluida la dopamina. Por tanto, se recomienda para deportistas y quienes realizan ejercicios físicos intensos.
Hay muchos criterios que deben cumplirse para que la bebida sea certificada como orgánica. Los productores deben proveerse de granos mas precisos, naturales y de gran calidad.
También hay que tener en cuenta qué parcelas cultivar. El agricultor debe respetar los períodos de descanso del terreno a cultivar para obtener un cafeto más robusto y saludable.
La recolección también tiene que realizarse manualmente antes de almacenar y exportar.
El tueste, debe realizarse con máquinas o herramientas que solo trabajan con granos ecológicos, todo esto se hace con el objetivo de ofrecer a los consumidores productos probados 100% naturales.
Se trata de prácticas agrícolas que tienen como objetivo primordial respetar el equilibrio ecológico. De esta manera aseguramos la protección y conservación del suelo, el medio ambiente y los recursos naturales.
El cultivo orgánico se considera un método de agricultura sostenible porque no utiliza productos químicos.
En todos los países del mundo, los agricultores obedecen las normas elaboradas exclusivamente para lograr estos certificados de calidad ecológica.
En la producción del café convencional no se cumplen ninguno de los estándares de protección de la naturaleza. Aquí, los agricultores suelen utilizar fertilizantes y pesticidas químicos. Sustancias que se pueden encontrar fácilmente en las bolsas de café como residuo.
El cultivo de café convencional promueve la deforestación, ya que requiere una gran área expuesta al sol abrasador. Cabe señalar que este método agrícola afecta negativamente los productos alimenticios, el ecosistema y acelera la erosión del suelo.
El café orgánico se controla cuidadosamente desde la plantación hasta el almacenamiento. Este procedimiento no nada sencillo; de ahí el alto costo. Sin embargo, tenemos la garantía de que estamos comprando un producto libre de pesticidas, organismos genéticamente modificados o cualquier otro químico.
El café ecológico no expone a los consumidores a ningún riesgo de intoxicación por residuos químicos.
Los cafetaleros optan por estrategias de protección como una trampa para escarabajos de la corteza.
Afortunadamente hoy en día las personas somos cada vez más conscientes de los peligros de la contaminación ambiental. Elegir café ecológico es una forma de apoyar el movimiento y respetar la naturaleza.
Los tratamientos con plaguicidas sintéticos influyen negativamente en el suelo y la atmósfera. Los fertilizantes orgánicos son mucho mejores.
Es por esto, unido a que es un producto ecológico de calidad superior, que el café orgánico ha ganado un número de seguidores cada vez mayor en muy poco tiempo.
Los productores de café se enfocan en los recursos naturales existentes para germinar el café. Utilizan principalmente sus conocimientos ambientales.
Se cultiva como antiguamente cuando no existían los productos químicos, pero sí había muchas formas de cultivar sin artificios. Estos agricultores mantienen los campos teniendo en cuenta la biodiversidad. El resultado es fabuloso. Los animales y los árboles no solo se conservan, sino que también son útiles.
Plantar un limonero, por ejemplo, es un pesticida natural. Los residuos orgánicos se utilizan como fertilizante natural. Como vemos, ningún truco natural queda fuera.
Otra ventaja del café ecológico es la capacidad para crear grandes oportunidades para los agricultores más desfavorecidos. Los grandes productores por lo general no suelen estar muy interesados en el mercado orgánico.
Son los pequeños agricultores quienes lo hacen a menudo. Ya que, las técnicas naturales y manuales no requieren mucha inversión.
El cultivo de café ecológico, además de sus múltiples beneficios para el consumo, ayuda a estos pequeños agricultores a tener un nivel de vida estable ya que éstos no se pueden permitir pagar la maquinaria agrícola y los productos de mantenimiento.
Con esto os invitamos a hacer una pequeña reflexión mientras degustáis una deliciosa taza de nuestro excelente Café Ecológico disfrutando de todo su aroma y gran sabor y animaros a seguir probando productos ecológicos mucho mas sanos y sostenibles…