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No os perdáis las recetas de este artículo con las que podréis enriquecer vuestros menús este verano y en las que no falta nuestro ingrediente estrella «el Café».
Contenido del Post
Cortar la berenjena en dados grandes (o en rodajas), y colocarlos en un plato hondo. Picar las nueces y tostarlas. Pelar y picar los ajos.
Mezclar en un tazón el café espresso, el ajo, la salsa de soja, la miel y el pimentón ahumado con una cucharada de aceite de oliva y el aceite de sésamo. Sazonar con pimienta y verter sobre los cubos de berenjena. Mezclar bien, tapar con papel film y dejar enfriar en la nevera durante 30 minutos.
Precalentar el horno a 200°. Hornear las berenjenas que habíamos reservado en la nevera con su adobo de 20 a 25 minutos, teniendo cuidado de removerlas de vez en cuando.
En un bol, mezclar el resto del aceite de oliva, el zumo y la ralladura de limón. En una ensaladera, mezclar la rúcula, el queso feta desmenuzado con las yemas de los dedos, las grosellas y las nueces tostadas.
Retirar las berenjenas del horno y agregarlas a la ensalada de inmediato si quieres disfrutarlas calientes. Aliñar con la vinagreta, las hojas de albahaca y la sal. Por último, espolvorear con granos de pimienta rosa triturados antes de servir.
Esta es sin duda una tarta de queso gourmet en la que el queso fresco de cabra, mucho más saludable, sustituye ventajosamente al queso crema. ¡Ideal para endulzar tus menús de verano!
Para la Tarta de Queso.
Para el caramelo de café:
Triturar las galletas en polvo fino. Hay que mezclarlas una vez trituradas con la mantequilla derretida y tenemos que presionar esta preparación en el fondo de un molde desmontable con mantequilla forrado con papel de hornear.
Mezclar el mascarpone (a temperatura ambiente) con el queso fresco de cabra y el azúcar. Montar la nata hasta obtener una crema batida muy firme y agregar delicadamente a la mezcla anterior. Colocar la preparación sobre la base del molde de las galletas que hemos triturado y meter al congelador al menos 2 horas. Mientras se enfría esta mezcla, prepararemos el caramelo.
Preparar el caramelo: Calentar el azúcar en una cacerola y agregar el café. Mientras tanto, cocinar a fuego lento la nata. Cuando el azúcar se caramelice, retirar del fuego e inmediatamente añadir la nata, batir para mezclarlo todo bien (cuidado con los grumos). Luego agregar la mantequilla poco a poco, sin dejar de batir. Verter en un recipiente y dejar enfriar.
Por último, sacamos el cheesecake (la base que hemos preparado antes) del congelador 15 minutos antes de comer. Cubrir con el caramelo de café y espolvorear con los granos de café triturados para darle un toque especial.
Puedes ver diferentes formas de preparar cafés fríos para refrescar tus días de verano en este artículo anterior accede pinchando aquí.