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Es una de las recetas de café más famosas.
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Para conocer los orígenes del «Cappuccino» debemos remontarnos al asedio de Viena (Austria) por parte de los turcos en 1683. Tras su derrota, el imperio otomano, levantó el asedio a Viena permitiendo así a polacos y austríacos saquear el campamento abandonado.
Estos últimos encontraron joyas y objetos de gran valor que siguen conservando orgullosos en sus museos. Además se adueñaron también de productos alimenticios entre los que se incluían sacos de «Café».
De aquí surgen dos versiones del origen del «Cappuccino»:
La primera de ellas, es la que cuenta que un monje capuchino (que literalmente significa capucha), llamado Marco D’Aviano.
Marco D’Aviano, observó a los turcos durante el asedio y observó, como estos, extraían una bebida de los granos de café. Curioso, lo probó, pero el café resultó demasiado amargo para su gusto y decidió añadirle un poco de leche y pensó ¡esto es mucho mejor!.
Podemos decir, según esta primera historia que el monje capuchino es el antepasado del «Cappuccino», que entonces se dio a conocer como «Café Vienés» durante mucho tiempo, sobre todo en Francia, antes de que cada una de estas recetas se reparase para tener su propia identidad.
La verdadera receta del «Cappuccino» ha ido evolucionando con la llegada de las cafeteras espresso con vaporizador (que es la boquilla que se utiliza para espumar la leche).
Por otra parte, la segunda historia, que es la más popular, atribuye la invención del «Cappuccino», a un polaco que aprendió a preparar café durante su esclavitud con los turcos. Una vez recobrada su libertad, abrió un establecimiento en el que servía café con nata añadida.
Inspirado en las vestimentas de los capuchinos de un convento cercano a su cafetería, llamó a esta bebida «Kapuziner» más tarde, este nombre fue adaptado del alemán al italiano llamándose a partir de entonces «Cappuccino».
El Kapuziner, era una bebida pequeña y consistía en un café que se mezclaba con leche o crema de leche.
Tal y como recoge Gizmodo, los italianos justifican esta tradición con un argumento: la leche. Los transalpinos suelen decir que beber leche a otra hora que no sea la primera de la mañana es malo para la digestión.
Aunque el «Cappuccino» no se inventó en Italia, fue en este país donde se desarrolló el «Cappuccino Moderno» a principios del siglo XX.
No hay duda de que, el «Cappuccino» forma parte de la cultura y tradición italiana, y es que los italianos toman un «Cappuccino» al día de forma habitual.
¡A los italianos les encanta tomar su «Cappuccino», por la mañana!.
En Italia el «Cappuccino» se disfruta de otra manera, se prepara de forma muy rápida y se toma también de forma veloz, un par de sorbos, ¡y a comerse el día!.
El «Cappuccino Italiano» se prepara con café espresso, leche y espuma de leche.Se sirve en una taza grande y ancha. y nunca, nunca se le pone nata montada.
Algunos lo coronan con un poco de canela molida o de cacao en polvo.
Según el INEI (Instituto Nacional del Espresso Italiano), el «Cappuccino Italiano Certificado» es de color blanco y decorado con un borde marrón que puede ser mas o menos grueso en el clásico.
En el «Cappuccino Decorado», según el diseño, las tonalidades pueden ir del marrón al avellana.
El «Cappuccino Italiano Certificado» debe tener un aroma intenso con notas suaves florales y frutales a las más potentes notas de leche, tostados (cereales, caramelo), chocolate (cacao, vainilla) y frutos secos.
El cuerpo es muy importante con sensación de crema y percepción esférica alta, con un ligero amargor y una acidez equilibrada, casi imperceptible.
Como ya os hemos contado, el «cappuccino» es uno de los símbolos de Italia y su consumo está extendido a todo el mundo. Pero lo que no conoce mucha gente es que, según la tradición italiana, se toma por la mañana pero siempre antes de las 11 de la mañana.
Sin embargo la principal justificación a esta tradición no tiene relación con la cafeína o sus efectos, sino más bien, es por: la leche. Los italianos tienen la creencia de que beber leche a otras horas que no sean la primeras de la mañana, es malo para la digestión.
Se cree que la ingesta de leche podría causar problemas de digestión si es consumida a otra hora que no sea la primera hora de la mañana.
Como bien reza el famoso refrán «cada maestrillo tiene su librillo».
El «Cappuccino» perfecto tiene su receta según se ha ido transmitiendo de generación en generación:
Receta tradicional del «Cappuccino» perfecto.
Aunque hay muchos detractores de esta regla de los tercios y adaptan las cantidades según el gusto de da uno. Es por eso, que sí investigamos un poco por las redes nos daremos cuenta de que existen diferentes composiciones y recetas.
Para elaborar un «Cappuccino», aunque se utilicen como base los mismos ingredientes principales, cada cual le pone su toque y combina los ingredientes en las proporciones que desea.
Las pequeñas especificaciones de cada uno y el buen saber hacer de los baristas hacen que cada cata sea realmente única.
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