Cada vez más se conocen los efectos beneficiosos que puede tener el café en el organismo humano. La cafeína se está convirtiendo en un elemento a estudiar por parte de muchos científicos que buscan su relación con nuestra salud y los resultados que se están arrojando revelan hechos tan significativos como su incidencia en un tratamiento contra el dolor de cabeza, entre otras cuestiones. Un hecho a tener muy presente teniendo en cuenta la frecuencia de este tipo de dolencia. El estrés al que estamos sometidos en el día a día, las jaquecas, las migrañas y otros tipos de dolores son un habitual en el ritmo que vivimos, por lo que dar con un alivio para el dolor de cabeza se torna en vital.
Ya en 2011, el Coffee and Health Information Bureau de Holanda publicó su estudio “Coffee and the brain” (El café y el cerebro) se analizaba la efectividad de la cafeína como aditivo en los tratamientos contra la migraña y el dolor de cabeza provocado por la tensión. En dicho informe se llega a la conclusión de que los resultados han sido más efectivos cuando se ha combinado ácido acetilsalicílico, paracetamol y entre 100 y 150 miligramos de cafeína. Añadir esta proporción de la esencia del café (también presente en el té, el cacao y otras bebidas) se asocia a un mayor efecto de los analgésicos, que sería inalcanzable aumentando la dosis de mono-analgésicos.
El estudio “Ibuprofen plus caffeine in the treatment of tension-type headache”, de Diamond S revela que el hecho de tomar cafeína junto a un ibuprofeno mejora en gran cantidad su efecto analgésico, acorta los tiempos de recuperación y alivio del dolor de cabeza. Además, todos los pacientes que fueron objeto de estudio notaron la mejoría al combinar los medicamentos con la cafeína. Así, pues, el componente más característico del café se configura como uno de los elementos a tener en cuenta en los tratamientos para ayudar al alivio del dolor de cabeza.
No en vano la presencia de la cafeína en los propios analgésicos se remonta a 1.875 y en la actualidad es un componente esencial de numerosos medicamentos de gran consumo para el alivio del dolor de cabeza. Dos tabletas de analgésicos poseen entre 64 y 130 miligramos de cafeína.
Por otro lado, la cantidad de cafeína que podemos encontrar en una taza de café depende del tipo de café (arábigo o robusta), la forma en que está preparado (mediante filtrado, instantáneo, expresso, hervido)… La cantidad de esta sustancia presente en un café melita es de entre 77 y 150 mg, entre 20 y 130 mg en el soluble, entre 30 y 50 en el expresso y entre 2 y 9 mg en el descafeínado. El té la posee en mucha menor medida. En el caso del té de hoja la cantidad está entre 30 y 90 mg, el de bolsita entre 10 y 35 y el refresco de té entre 8 y 32. Por su parte, las bebidas en base a cola tienen entre 22 y 71 mg. Estos datos pueden ampliarse en el informe “Caffeine Content of Food and Drugs”, Nutrition Action Health Newsletter del Center for Science in the Public Interest (December 1996).
Varios estudios están haciendo incidencia en cómo el café que ingerimos en nuestro día a día puede ayudarnos físicamente. Los beneficios que nos proporciona son variados y van desde la estimulación del sistema nervioso central (reduciendo el cansancio y la fatiga, al mismo tiempo que aumenta el estado de alerta y propicia un aumento de la concentración) hasta el sistema cardiovascular, gastroinestinal y respiratorio. Es, además, un gran antioxidante y también tiene efectos sobre el calibre de los vasos sanguíneos y sobre el sistema renal, ya que el 97% del contenido del café es agua.