Quizá hayas oído hablar de las cafeterías japonesas en las que uno puede tomar un café acariciando a un gato o simplemente disfrutando de su compañía, pero puede no sepas que en realidad esta moda proviene de Taiwán, donde abrió el primer local de estas características en 1998 en la ciudad de Taipéi. Éste atraía a multitud de turistas japoneses, lo que al final provocó que uno de ellos pensase en 2004 en trasladar la iniciativa a la isla de Japón, concretamente a Osaka, donde abrió el primer Cat Café nipón. Y la verdad es que la idea de los cafés con gatos triunfó. La soledad que viven los japoneses, unido al gusto que tienen por iniciativas de este tipo ha provocado que sea todo un éxito entre los nipones.
Y es que muchos de ellos viven solos (alrededor de un tercio de la población, según las cifras) y muchos de los contratos de las casas en las que viven prohíben expresamente la tenencia de animales en ellos. Así que si quieren el cariño de una mascota, han de acudir a uno de estos cafés con gatos o Cat Café, como los llaman, y pagar alrededor de 500 yenes para pasar un agradable rato entre felinos. Unas tarifas que funcionan según las horas que el cliente quiera pasar junto a ellos.
Una iniciativa que se articula en torno al café y que busca unir ese momento de relax que cada uno se concede a sí mismo cuando se sienta frente a una taza a la relajación que ofrecen los mininos. De hecho, se ha relacionado la curación de la depresión con el compartir la vida con un gato. Su ronroneo y suavidad aportan esa calma que muchos necesitan.
En los cafés con gatos las mascotas son lo principal y por ello están en un cuidado ambiente en el que disfrutar de su vida gatuna. Juguetes, sitios blanditos donde echarse una siesta y las chucherías que pueden darles los clientes de la cafetería son algunos de los alicientes que tienen.
Además, despiertan pasiones. La web está plagada de imágenes en las que puede verse a las personas que deciden acudir a este tipo de local disfrutar de su estancia. El poder pasar un tiempo con una mascota que les encantaría tener crea un ambiente positivo en el que las relaciones entre gatos y personas toman una importancia crucial. El entusiasmo con el que se vive la experiencia por parte de los clientes aporta felicidad a la mascota, a quien acarician y con quien hablan con el amor de un cat lover. Muchos de ellos consideran divertido sólo el hecho de observarlos y el tiempo transcurre lento mientras se toman un café y disfrutan de ese tiempo. Incluso los hay para quienes se trata de una válvula de escape para olvidar sus preocupaciones y los temas relacionados con el trabajo.
Los japoneses, sin embargo, no se han conformado con abrir locales en las que puedes pasar un agradable rato con gatos mientras tomas un café. Algunas iniciativas han seguido una línea similar pero cambiando de animal. Perros y pájaros son también protagonistas de proyectos similares en los que los clientes pueden tomar algo junto a un búho o jugar con un collie.
Corea también ha importado algunas de estas ideas y en Seúl, donde no resulta nada fácil tener un perro debido a apartamentos demasiado pequeños y el poco tiempo libre del que disponen los coreanos; la iniciativa se ha hecho famosa. Canes de todas las razas y tamaños dan la bienvenida a los clientes moviendo el rabo, juegan con ellos y disfrutan de la compañía humana. Aunque también es verdad que los humanos amantes de los animales salen también beneficiados de esta conexión, ya sean pájaros, perros o gatos.