La cafeína está íntimamente relacionada con las propiedades que estimulan de manera significativa, el sistema nervioso. Además, hay una correspondencia directa con la activación metabólica, la frecuencia cardíaca y la actividad del bombeo sanguíneo. Los beneficios descritos son las principales causas por las que un deportista recurre al consumo de café para mejorar su rendimiento deportivo. Se resalta el efecto lipolítico, un consumo de al menos 4mg de cafeína, produce un aumento del metabolismo basal, además que el organismo se ve estimulado a utilizar los ácidos grasos libres, como fuente de energía.
En los deportistas de alto rendimiento, el café genera bloqueos de los receptores de adenosina, lo que aduce la sensación de dolor y la fatiga que persiste tras el entrenamiento. La ingesta de café mejora la resistencia a la intensidad de los entrenamientos. Adicionalmente, como un punto estratégico, que los entrenadores de grandes atletas indican, hay un aumento de adrenalina e incremento de dopamina, por lo que estimula la motivación en el deportista o la persona que se ejercita, por lo tanto, esto desemboca en un mayor rendimiento.

Una pequeña taza de café, es una dosis suficiente para mantener la energía de cara a la recuperación muscular y el sostenimiento del nivel de energía ideal para hacer alguna actividad, como conducir hasta llegar a casa, jugar en videojuegos, hacer alguna compra o pasar por la actividad del baño. Sin embargo, la ingesta de una fruta, especialmente de cítricos, puede garantizar, no solo una recuperación acorde, sino que también, mantiene los niveles de defensa del sistema inmunológico del deportista o la persona. La ingesta de cítricos, constituye beneficios importantes: reduce la fatiga muscular, disminuye la concentración de lactato en la sangre, además que incrementa el umbral anaeróbico.

El café no es recomendable para personas con tendencia a sufrir problemas gastrointestinales, tampoco en personas con problemas de insomnio, aunque, cuando una persona hace ejercicios de manera recurrente, a una intensidad de moderada a alta, el cansancio será evidente y el sueño llegará de manera natural, sin problemas, aunque hayas tomado café en el día, inclusive, si esta ingesta se realizó, después del ejercicio.
La dosis recomendada por los expertos, antes del entrenamiento, es de 200 a 200 mg, si el peso de la persona es 70 kilos o más. Si el peso es inferior al indicado, la dosis tiene que ser menor. De 50 a 100 mg es la dosis ideal para tomar después de entrenar. La cafeína puede durar en el cuerpo de una persona que no hace ejercicios, de cuatro a nueve horas, en cambio, en el deportista, puede durar mucho menos. Por supuesto, hay que tener presente que los metabolismos son distintos, y que el efecto de la cafeína no es el mismo entre personas sedentarios que entre personas que normalmente realizan ejercicios para mantenerse en forma, y además, resulta diferente, en atletas de alto rendimiento.